Un grupo de poetas se reúne en la noche. El escenario, un café del casco viejo. Su pasión por la escritura gira en torno a la figura de la Bohemia. Dispuestos a no contaminar las aguas de su región, pero decididos a lanzar mensajes anónimos en una botella incierta, se disponen a usar su recurso más poderoso: la metáfora. Las botellas serán las del vino consumido y las poesías las tejerán entre todos. Y su mar, será el de la serenidad. La tranquilidad de la Luna, que recogerá sus inquietudes, y mediante su avatar en forma de musa, contestará a todos por igual.
Se establecerá un diálogo místico, con las aguas del azar y el compañerismo, impulsadas por el oleaje gravitatorio de la Luna. Se invocará a la Poesía y ésta responderá.